Buscás inversiones que te permitan mantener el valor de tu capital, minimizando el riesgo de obtener una rentabilidad menor a la esperada. Priorizás la disponibilidad inmediata de tu dinero y preferís minimizar el impacto de las fluctuaciones en los precios, aceptando rendimientos modestos.
Moderado
Estás dispuesto a asumir ciertas oscilaciones en el valor de tus inversiones, con la expectativa de lograr una mayor rentabilidad en el mediano o largo plazo. Buscás un equilibrio entre crecimiento y seguridad, tolerando un nivel moderado de riesgo a cambio de mejores oportunidades de rendimiento.
Arriesgado
Tu objetivo principal es maximizar el rendimiento de tu cartera, incluso si eso implica asumir un alto nivel de riesgo. Estás dispuesto a mantener tus inversiones a largo plazo y no priorizás la disponibilidad inmediata de tus activos, aceptando la posibilidad de pérdidas de capital en busca de mayores ganancias.